Los vidrios para automóvil son distintos a los que se utilizan en otros ámbitos como el hogar o el mobiliario. La razón es que deben aportar seguridad al vehículo y los tripulantes por lo que son templados o laminados.

Los vidrios laminados, conocidos también como vidrios de seguridad, son aquellos que cuentan con una película que los mantiene unidos a ella cuando se presenta una ruptura.

El vidrio templado, por su parte, es tratado de manera térmica o química con el objetivo de aumentar su resistencia. Gracias a ello, cuando se rompe lo hace en fracciones, evitando astillamientos.

Además, existen otras variaciones como los vidrios térmicos, los cuales facilitan la eliminación de hielo o bruma que impiden la visibilidad; los vidrios antirreflejo evitan la reflexión de la luz sobre el parabrisas que afecta la visión del conductor; y los vidrios entintados absorben parte de los rayos infrarrojos y ultravioleta.

En tu vehículo encontrarás vidrios en los parabrisas delantero y trasero, el vidrio de las puertas delanteras, el de las aletas, el de las puertas traseras, en el quemacocos e incluso en aquellos modelos que tienen techo panorámico.

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